miércoles, enero 18, 2006

PRESIDENTA ELECTA - UNA MIRADA FRANCISCANA

Recorriendo internet; me encontre con el sitio de la orden Franciscana .. y en ella una reflexión ...

AL INICIO DE UNA NUEVA ETAPA.

Desde hace unas horas, nuestro país ya no es el mismo. Efectivamente, cuando al anochecer del domingo pasado se conocía el cómputo de la elección de nuevo Presidente de la República, informando que la candidata del oficialismo ganaba al candidato de la oposición y que éste reconocía su derrota, una nueva etapa se iniciaba en el proceso democrático chileno. MICHELLE BACHELET JERIA, mujer, socialista, agnóstica, se convertía en la nueva autoridad máxima del Estado y a su vez, en la primera mujer en asumir la primera magistratura. Es conocido su plan de trabajo, se ha debatido al respecto en los medios de comunicación social, respondiendo a postulados de un humanismo laico. También es cierta su rectitud al proponerlo y sus deseos de servir. Corresponde ahora a los cristianos orar por la nueva gobernante, para que la presencia de Dios sea palpable a la vista de todos. Ella desea servir sin exclusiones; quiere ser Presidenta de todos los chilenos, dejar lo que divide para construir un Chile renovado y solidario. Lo que falta a ese humanismo laico, es una activa participación de los cristianos, llamado al cual no pueden sustraerse los franciscanos seglares, para quienes lo temporal es el campo de su apostolado, pasando del Evangelio a la vida diaria y de ésta a aquél. Habrá un nuevo modo de enfocar los asuntos, con esa visión femenina que hace distinto el actuar, lo que servirá para recordarnos que Dios es padre, pero tiene el corazón de una madre. Invitamos pues, a todos los lectores de esta página, a una cruzada de oración por la nueva Presidenta de Chile, a fin de que Dios se haga presente en su vida y en sus obras. Al tener mayoría en el Parlamento, pidamos para que todas las leyes que se dicten en su mandato, sean realmente para el servicio de los más pobres y desvalidos, para quienes carecen de un trabajo digno, en pro de quienes viven su tercera edad, segmento que abarca un vasto sector de nuestra población, para que la juventud reciba adecuada orientación y formación, velando por nuestro entorno, por la tolerancia y respecto al ser humano, desde su gestación hasta su muerte natural, creando condiciones que permitan la realización de cada cual en esta porción del planeta que nos toca compartir, en el concierto universal de naciones, credos, lenguas y modos de vivir. Para la flamante Presidenta electa, nuestros deseos de PAZ Y BIEN, junto con la bendición de nuestro Padre San Francisco, el hermano de todos.

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